Por ahí de la década de los 2000, en Costa Rica se dió el boom del póker. Recuerdo que se abrían nuevas salas de Poker en cada esquina, los Casinos como Cariari, Corobicí o Herradura se apresuraban a entrenar al personal para tener pronto su propia sala abierta.
Se respiraba Poker, el Holdem Texas se volvió deporte nacional. En la televisión, los grandes eventos internacionales se convirtieron en los programas más populares.
Poco tiempo después, la explosión llegó a Internet. Cualquiera con una conexión buena y tarjeta de crédito podía convertirse en un jugador de póker.
Por mi pasado en Casinos, logré trabajar para una marca Internacional. Durante poco más de tres años mi trabajo era ese. Jugar póker.
Del otro lado de la mesa, los dealers. Aquellos que lograron dominar el juego, se convirtieron en los más cotizados y los mejor pagados. Soy honesto, más de una década trabajando en Casinos, y no logré ser uno de aquellos privilegiados. Era mejor jugando que trabajando en las mesas.
Pero como todo, aquel efecto efervescente pasó. No digo que desapareciera del todo, porque no. Solo digo que luego de llegar a su punto máximo, se estabilizó. Aquella locura del Poker en donde muchos soñaban con ser grandes maestros y jugadores profesionales quedó atrás. Como una moda pasajera todo volvió a la normalidad.
Aún vemos grandes torneos de Poker Internacionales. Esos buenos dealers que se crearon una vez en Costa Rica, tienen la oportunidad de viajar a otros países a trabajar las mesas en los torneos. Bien por ellos. No es un trabajo sencillo o un trabajo para todos.
Muchos años y kilos después, cuando veo una mesa de Texas Holden, se despierta el gusanillo. No pondría un colón de mi dinero, ni le quitaría a mis amigos el suyo. Entonces, encontramos una forma de revivir aquellos torneos, vacilar, pasarla bien y lo mejor, sin arriesgar uno solo de los pesos que tanto cuesta ganarse.
Lo hicimos creando las Fiestas Temáticas Casino. En estas fiestas temáticas, revivimos el ambiente de aquellos tiempos. Por algunas horas cualquiera puede convertirse en un maestro del póker.
Pero a pesar de que teníamos las mesas, el ambiente, la decoración, la música, dealers profesionales y hasta un Catering Service con comida especial acorde al evento, nos dimos cuenta de que faltaba agregar algo de adrenalina.
Entonces creamos las subastas. Premios que subastamos al final de cada actividad y que se compran con las fichas ganadas en las mesas de juegos. Este detalle agregó ese toque de adrenalina que faltaba. Ahora jugamos para ganar algo más. Agregamos esa competitividad tan necesaria en una Fiesta Temática Casino.
Todo esto sumado a grandes animadores de la actividad y por supuesto de las subastas. ¿Y que creen?, las fiestas Casino se convirtieron en las Fiestas Temáticas en Costa Rica más populares.
Los tiempos de trabajo en Casinos fueron buenos, pero quedaron atrás. Ya no sigo los tornes de Poker en televisión, ni visito salas de Poker en Costa Rica. Muchas de estas salas, a como abrieron cerraron. Y no creo que los dealers de póker sigan siendo los mismos consentidos.
La vida es cada vez más dura, y arriesgar el dinero en una mesa de juego no tiene mucho sentido. Preferimos pasarla bien, y que las personas a las que les atrae este mundo, lo vivan intensamente a través de nuestra Fiesta tipo Casino. Y para aquellos que no tuvieron la oportunidad de vivir esa locura, lo puedan hacer a través de nuestros eventos.
Así que voy con todo. Nos vemos pronto